jueves, 30 de abril de 2015

Elogio a la gente que se implica.

En una reunión de padres en la que estaba presente, vi con disgusto como a dos personas a las que tengo cariño se les faltaba al respeto. Noté como el pulso se me aceleraba y, aunque tenía mucho que decir, callé al creer que si hablaba crearía un mayor conflicto. A medida que iba pasando el tiempo me preguntaba si mi actitud era más la de un cobarde que la de un prudente y tras meditar bastante, cuando tuve oportunidad, solté todo lo que tenía sin que se me replicara por lo que espero que el personaje se diera cuenta de que había metido la pata.

Al finalizar tenía una mala sensación y aunque me agradecieron la defensa yo sentía que no lo había hecho en el momento adecuado.

Cuento esto porque al salir del local, indignado, pensé escribir un post sobre la falta de compromiso que tienen algunos padres y madres con las actividades que hacen sus hijos y el poco respeto que demuestran a los educadores, pero luego me di cuenta de que no quería perder tiempo en ese tipo de personas, que realmente lo que me apetecía era hablar de las gentes que se implican en actividades sociales.

Y dándole vueltas a la cabeza sobre el tema descubrí que tengo cerca de mí seres maravillosos que se "mojan" en todo tipo de proyectos.

Carmen y Begoña, catequistas, son dos estupendas personas que realizan una labor no lucrativa, dedican su tiempo a  una actividad voluntaria y solo piden una cosa a cambio: compromiso. Aún sin llegar a tener el que sería de esperar, siguen con ganas de atender a sus niños.

Gema, vende broches e imanes y con lo que recauda compra tela para hacer pañuelos que cubran la cabeza a niños y niñas con cáncer.

Raúl y Esther comprometidos con sus vecinos, ayudan a personas que lo necesitan en su municipio y ahora se presentan como candidatos a la alcaldía con ganas de trabajar para mejorar la vida de los que tienen a su alrededor, con una motivación que no es la monetaria, ni el poder, sino el servicio a los demás.

En esa línea, la del servicio a los demás, José Antonio, un todo terreno que lo mismo lucha por conseguir una sanidad para todos como ayuda a inmigrantes y a nacionales que lo están pasando mal. Implicado en tantos y tantos proyectos.

Orgulloso de mi hija Carla, ella no pierde la oportunidad de actuar en eventos cuyo beneficio económica repercuta en becas para niños en comedores escolares o en la llamada "Cocina Económica"

Son muchos los nombres, merece la pena usar tiempo elogiando a los que reivindican una educación pública gratuita, los que exigen una igualdad real entre hombres y mujeres, los que recogen alimentos para aliviar a las familias necesitadas, los que se colocan al lado de los que necesitan un hogar, tanta gente que trabaja en ONGs ...

Estas personas son las que merecen un comentario y no los que dedican su vida a criticar lo que hacen los demás, porque casi siempre esa crítica lo único que pretende es hacer daño, no ayudar a solucionar nada. 

Gracias por no ser espectadores de lo que pasa, gracias por actuar, por vuestro compromiso, valentía e implicación.






Etiquetas